lunes, 9 de febrero de 2009

OBLIGACIONES DE LOS CIUDADANOS, Y, ¿DERECHOS?

De todos es sabido que en un Estado de derecho como es el nuestro, todas las pequeñas y medianas empresas, autónomos y trabajadores, tenemos obligaciones y también derechos, para todos los mismos, ahora bien, creo que en esta grave situación financiera que estamos atravesando, ya no todos tenemos los mismos derechos, pero sí las mismas obligaciones. Nos han robado el derecho a proteger y defender nuestras viviendas, nuestros negocios, nuestros trabajos, nuestros bienes, y todo porque a unos señores se les ocurrió decirnos que un terreno, piso sea nuevo o de sexta mano, valía tres veces más que su valor real, se pusieron de acuerdo con empresas de tasación y de valores, para repartirse los beneficios, mientras a nosotros nos cobraban cantidades vergonzosas hasta por entrar en sus oficinas, que si tanto por la tasación, que si tanto por el estudio de préstamo, que si cuánto por el seguro de vida, que si cuánto por el seguro del bien hipotecado, a parte de domiciliar nóminas, recibos, etc, o sea, que entregábamos toda nuestra vida financiera a la entidad cual. Por eso, me cuesta mucho entender, cómo ante este atropello al ciudadano, el gobierno español en general, y el gobierno catalán en particular, se desentienden de esta serie de delitos cometidos por las entidades financieras y cajas de ahorro contra las pymes, autónomos y trabajadores, y protegen a los autores y responsables de esta barbarie, y a las grandes empresas multinacionales, dándoles apoyo de todo tipo, desde financiación con nuestro dinero, o sea, dinero público, hasta apoyo político y de imagen, para que sigan funcionando como si todo esto no fuera con ellos y seguir coaccionando al pequeño empresario y al trabajador con sus políticas de tercera.
Estoy harto de pagar las consecuencias de una nefasta y pésima gestión por parte de las entidades financieras, que nos han engañado durante años, haciéndonos creer entre otras cosas, que cuando hipotecábamos un bien nos concedian el 100% cuando en realidad nos concedian el 80% del valor que ellos mismo le ponian, y mientras esto sucedía los gobiernos español y catalán recaudaban muchísimo dinero a costa de los mismos, pymes, autónomos y trabajadores, en concepto de impuestos, licencias de obra, IVA, impuestos de transmisiones y un largo etcétera. A todo esto bancos, cajas de ahorro y grandes empresas y multinacionales obtenian cada año entre un 40 y un 50 % de beneficio más que el año anterior, y todo con el consentimiento del gobierno de turno, el silencio de los partidos políticos, todos, gobernantes y oposición, y la complicidad de los sindicatos.
Mirando el proceso de cómo se va hundiendo un país, me entretengo en adivinar en qué paraiso fiscal se encontrará todo ese dinero que ahora no aparece por ningún lado, y de paso, pienso cuántos derechos nos quedan realmente, tal vez uno, el derecho a sentirnos engañados.

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